lunes, 23 de noviembre de 2015

LETARGO DE MUERTE

Gitano bueno, los payos comen serpientes y anguilas.

Le saco las tripas a un maniquí.

Te toca, te tocas; mucho.

Dijo la trucha al trucho: cómprame un serrucho.

Habla chucho o te parto con mi serrucho, así te lo digo, así lo lucho. Lucho contra cabras, contra demonios...

Me estoy cagando.

Al filo de mi navaja, al ruido de mi fiscorno. Con ella tallo los perros que sierro, y cago sus virutas, mientras calculo los kilómetros de mi próxima ruta.

Ruta traicionera, de cristal son tus putas; Milenarias rameras dentro de sus grutas.

Avanzo andando donde dan arcadas los arcos de los metros, con cautela, vigilando muy bien donde la meto (la pierna). Si caigo al hoyo: gangrena.

Un motivo más para morirse de pena, algo que no supera ni 100 años en la trena.

Me toca. Te toca. ¿Quién te toca? Quiero coca, quiero vivir la vida loca, toda ansia es poca.

El potro se desboca.

Echo a correr, a galopar, a volar, y tropiezo con una roca. Toda catástrofe es poca, ya que todos mis dientes salieron disparados de mi boca; me quedaban pocos por abuso de farlopa.

Siempre invitaba a toda la tropa, ya sabéis que la nieve es para la plebe...

Y quien no fuma, bebe. Cerveza cava whisky ron

COLOCÓN

Y agujero en el pulmón; saco virutas y cristal de mi íleon.

Planeo la construcción de mi mausoleo o panteón...

Me levanto, sin dientes. Camino cagando, y me follo en la carretera una puta, como un campeón. Mi lefa sale a chorro y suena en su jeta como un bofetón.

Bofetón de la realidad cuando me baja el colocón.

Ya no hay madera ni chucho ni serrucho. Sólo escucho. Escucho voces que me sacan del abismo donde lucho, los cristalinos serruchos ya no sierran perros; se van de fiesta con sus suegros.

Ella es blanca, y él es negro, y tanto él como ella acabaran en el cementerio.

Golpeo y golpeo la tapa pero kilos de tierra me tapan.

Ataúd.

Melodía siniestra y melancólica, tocada por un laúd.

Mi cuerpo gana rectitud. Me cuesta respirar... Se llenan mis pulmones, grito para escapar.

Humo en el aire, lo dejo a macerar, y también miseria puesta a cultivar.

La caja me empieza a apretar, mi cuerpo nota el malestar, mi calavera empieza a reventar.

Mi corazón como loco se pone a palpitar, mi vida parece que va a terminar, me hago a la idea, empieza mi funeral.

Encerrado. Este es mi final.
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N.del A.:Co Autoría por David Solé "DöH",de Escepticismo Ilustrado y Cosplay & Co.

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