martes, 12 de noviembre de 2019

LENGUA(S)

Desde que nacemos, nos enseñan una lengua, a la cual llamamos materna. El órgano con el que la hablamos se llama igual que ésta: la que sacamos en señal de burla y/o enfado desde bien temprano.
Segunda estará bien tener, para más posibilidades de empleo obtener, si aún no la tienes la puedes aprender, por tu propia cuenta o academia "my friend".
Lenguas de gato en pastelería, de ternera, o de pato como casquería, y si ya nadie la hablara lengua muerta se llamaría.
Y mi lengua, que se traba al alabarte con palabras, torpe y confusa, lengua de trapo se llama. Se la come el gato cuando estoy callado; y le doy a ella cuando mi habla declara golpe de estado. Mas si hay algo que deberia haber callado, perdón por tenerla más larga que el cocodrilo de un pantano.
Estaré con ella fuera de un esfuerzo sobrehumano, y chocaré contra la tuya para decirte que te amo.
Me la morderé cuando meta la pata, y no lo haré cuando la causa sea noble. Son lenguas viperinas las que lanzan maldiciones, y las malas hacen pitar oídos como motores de aviones.
Así son los tipos de lenguas: no están todas las que son, pero son todas las que están.

lunes, 11 de noviembre de 2019

EXTERMINANDO A DIOS

Negra es mi fe
No te temo a ti
Y menos a Yahvé;
Ya ves, inviertiendo cruces
Dando que hablar a lenguas bifidas y pocas luces
Mimetizando con el ambiente
En plan canción new age.
Convierto odio en indiferencia,
Sudando todo por la piel
Encima de cuernos penitencia.
Envidia y en DVD,
Palos a gusto no duelen:
Preguntale al de Nazaret,
Escribo en un coche, y hasta en el lavabo
Me cansa ya tanta competi de nabo.
Bienvenido a tu puta realidad,
Arrastra tu capa de imbecilidad
Esta es mi demostración de poder:
Versos de un discípulo de Lucifer.

domingo, 10 de noviembre de 2019

LEJOS DEL SOL (LA SOMBRA DEL GIGANTE)



Aire que hiela, nubes negras de carbón y gas letal, cuervos arrancando de las cuencas de los cráneos los ojos putrefactos; la tierra se tambalea, y ruge como un león hambriento, alzando la vista hasta donde alcanza el sol. Se aprecia el gigante, que lo tapa con su sombra, al compás de sus pasos devastadores; los pájaros carroñeros huyen al cruzarse con sus ojos: saben muy bien que de enfrentarse a él, no llegarán a mañana.
Mientras Caronte navega con su barca por el río del que fluye veneno corrosivo, el cual el coloso cruza impasible sin observar; provocando que el agua se levante y salpique en la orilla y alrededores, dejándolas corroídas, aunque él permanezca intacto.
De repente, una melodía monótona, en La menor, tocada a piano, se escucha al ritmo de la tormenta y el viento. El coloso avanza sin piedad, destruyendo por donde chafa aún más, haciendo que del piso jamás vuelva a brotar nada.
Llega a una especie de duna, donde había una chica sentada al piano, tocando una y otra vez la misma melodía, la misma intensidad, el mismo tempo, el mismo timbre, el mismo tono, y la misma duración.
El titán, que deambula, se para a escuchar, grita y grita, pero la chica no deja de tocar, pues si no toca a su manera, no lo hará nunca más; así sea el apocalipsis final.
De los enormes ojos del gigante empezó a emanar una cascada de lágrimas, con destino a las grietas de la tierra. Hipnotizado por efecto de la música, y cansado de caminar sin rumbo, decidió quedarse allí.